LIBROS

El OJO DEL CORMORÁN (2024)

Los libros se pueden adquirir en Tundra Ediciones

"Tercera entrega, tras "Los vencejos sueñan despiertos" y "La luz de la luciérnaga", de la selección de escritos de divulgación científica del biólogo, investigador y docente universitario, David Álvarez, elaborados para la ocasión y para el blog Naturaleza Cantábrica y que trascienden con mucho este ámbito, galardonado con el Premio 20Blogs al mejor blog de Medio Ambiente. 

Una colección de historias que profundizan en la conducta reproductora, la comunicación y las adaptaciones de los animales, las amenazas y riesgos de extinción, pasando por los recuerdos de la pandemia, vivencias y elucubraciones en la Naturaleza y las controvertidas actuaciones de gestión y manejo del Medio Ambiente de las administraciones y la responsabilidad de la falta de ética periodística"

LA LUZ DE LA LUCIÉRNAGA (2016)

"Divulgación científica y experiencias personales a través de una serie de escritos en los que el autor, con un lenguaje sencillo, gran sensibilidad y sentido del humor, nos habla de los temas que le han interesado desde que era un niño. La evolución y la historia natural, las relaciones entre los animales y las plantas, la geología, la astronomía, la ética periodística y la conservación de la naturaleza son algunos de ellos"

Entrevistas

Entrevista publicada en la página Al filo de lo improbable: LINK


Críticas

Hace unos 900 millones de años, el 90% de las especies que poblaba la Tierra desapareció en lo que se conoce como “La Gran Mortandad”; hubo otras cuatro ocasiones más en las que la vida estuvo a punto de esfumarse de este planeta como si solo hubiera sido un bonito sueño. Actualmente, y según los últimos estudios científicos, estamos asistiendo a lo que sería la sexta extinción que, a diferencia de las otras, presenta dos particularidades: el ritmo de desaparición de las especies es mucho más elevado que en las anteriores y, en segundo lugar, el responsable directo de la misma es el hombre.

    “La luz de la luciérnaga”, libro escrito por el biólogo David Álvarez, nos llama la atención sobre la responsabilidad que tenemos como causantes de esta gran extinción (que, evidentemente, llevará aparejada la nuestra), y lo hace poniéndonos en contacto con las intimidades de algunos de los seres vivos con los que convivimos a diario, enseñándonos, sino a quererlos como él pretende (es difícil querer a una víbora o a una “araña peluda”), sí que al menos a respetarlos y a entender la importancia que juegan en el gran ecosistema de la vida.

    El libro nace tras la buena acogida que tuvo su anterior trabajo “Los vencejos sueñan despiertos”; como en aquel caso, la mayoría de los textos que lo conforman provienen de los artículos que David Álvarez ha ido publicando en su blog “Naturaleza Cantábrica”, muy conocido entre los blogueros naturalistas de este país, y que obtuvo el premio al mejor blog de Medio Ambiente del año 2013.

    Y es que David Álvarez tiene la rara virtud de divulgar entreteniendo; sus textos, sin perder un ápice de rigor científico, resultan amenos y sugerentes, y que a mí, por ese extraño mecanismo de los vasos comunicantes que tiene nuestro cerebro, me llevó, en el momento de su lectura, al entrañable y áspero tiempo de la adolescencia cuando descubrí por primera vez el libro “Mi familia y otros animales” del genial naturalista Gerald Durrell, y también a los reportajes para la BBC del inglés David Attemborough o, como no, a nuestro querido Rodríguez de la Fuente.

    El libro está dividido en once capítulos que recogen una miscelánea de artículos de temática tan variada como preguntarse por la desaparición de las luciérnagas o que nos informan de sobre la infundada mala prensa de las serpientes, la explicación científica del famoso rayo verde descrito por Julio Verne (imagen que queda recogida en una de las imágenes que aparecen en el libro), que indaga sobre la extraña desaparición de los gorriones de nuestros pueblos o aporta datos de esos pequeños gigantes que son los insectos, cuya biomasa rondaría las 10.000 Toneladas Métricas frente a los paupérrimos 100 millones que apenas pesaríamos todos los seres humanos del Planeta. 

    El último de los capítulos, “Nuevo curso de ética periodística” recoge una curiosa serie  de titulares y de artículos de prensa donde la falta de rigor y objetividad, la búsqueda de sensacionalismo, crea una alarma con objetivos muy claros. 

    Un par de ejemplos: “Las heces de los pájaros matan los ríos” o “Entra el lobo. Puede zamparse una ternera, o atentar contra los niños, o contra cualquier habitante de una casa. Dispararle está prohibido”, y que van dirigidos en el primer caso a apoyar la campaña contra los cormoranes y en el otro, como es evidente, contra el lobo.

    “La luz de la luciérnaga” es un libro enormemente entretenido que, además, hace reflexionar sobre la responsabilidad que todos y cada uno de nosotros tenemos en la conservación del Planeta.

    ¡Qué más se puede pedir!

MIGUEL ROJO (Diario El Comercio, 06/05/17)


Encontrar un buen libro, que te atrape y entretenga entre baño y baño, es uno de los grandes placeres del verano. Si además el texto está repleto de ironía, sentido común, Ciencia y amor por la Naturaleza, el goce se multiplica.

    "LA LUZ DE LA LUCIÉRNAGA" de David Álvarez, (Tundra ediciones) es un tesorillo de esos que uno guarda en una cajita en el corazón, sabiendo que se ha tropezado con algo excepcional y valioso, del mismo modo en que guardaba las conchas y piedras de los veranos de infancia."

EDU ARAUJO (Onda Vasca)

El lunes 26 de diciembre, mi hijo Sam y yo aprovechamos nuestra estancia en Asturias para quedar un rato con David Álvarez en Ponga, donde nos enseñó un montón sobre los salmones desovando en este momento en el río. De las manos del autor recibimos una copia firmada de su último libro, La Luz de la Luciérnaga (Tundra Ediciones) y ésta ha sido mi lectura de vacaciones navideñas este año. Aquel día, mientras esperamos a que sus cámaras gopro captasen imágenes impactantes de salmones debajo del agua, una de las cosas de las que hablábamos era el peligro de las redes sociales, donde tenemos la tendencia de cerrarnos en una burbuja de personas que piensen igual que nosotros.

Este peligro desde luego existe pero en cierta manera toda la vida es una criba, incluidos los libros que leemos y los autores que nos atraen. Alguien con la inteligencia, integridad, sensibilidad, ironía y sentido de humor para escribir “La Luz de la Luciérnaga” no va a ser un negacionista, así que ya los hemos cribado. No va a ser un neoliberal defensor del mercado libre más feroz y la busca de ganancia rápida, así descartados ellos también. No va a ser un cazador ni un pescador que quiere eliminar a todos los cormoranes y nutrias que estorben su “deporte” ni un descerebrado en la administración que quiera cambiar la ley de la noche a la mañana para favorecer a los cazadores y pescadores, convertir los ríos en canales en aras de la “limpieza” o llenar todos los pueblos y ciudades del mundo con luces por las noches para que no se vean las estrellas.

Leyendo un libro así no solamente nos afianzamos en nuestros principios e inquietudes (lo que no tiene nada de malo) y aprendemos cosas nuevas sino también apreciamos la capacidad más alta que la nuestra para expresar y vincular todo. Desde mi punto de vista esto es la única explicación por la aparente paradoja de poder disfrutar leyendo sobre desastres como el cambio climático, las plantaciones de eucaliptos, la pérdida de biodiversidad y la contaminación lumínica; es el placer de ver cómo funciona la mente de alguien capaz de divulgarlo todo con tanta perspicacia y claridad, iluminando todas las ligaduras, enlaces y conexiones que tú solamente vislumbras. Mis conocimientos de biología son básicos, pero en ningún momento me perdí siguiendo las explicaciones de David sobre las estrategias de k, las estrategias de r, la meiosis, los cariotipos  y los juegos de los cromosomas. Me reencontré con viejos amigos o conocidos como el ánsar piquicorto del parque de Gijón o las huellas de dinosaurio de la playa de La Griega pero aprendí a verlos desde enfoques diferentes. Y nunca me imaginé que se podrían encontrar fósiles en las aceras y paredes de la ciudad (leí esto el día 28 de diciembre y si hubiera sido en la red me habría mosqueado). Otros artículos avisan del peligro de la “mentalidad Disney”, señalan la esperanza del “efecto Blackfish” o condenan sin tapujos la caza despiadada, la irresponsabilidad jurídica y la pusilanimidad política.

Termina el libro con un “nuevo curso de la ética periodística”, una búsqueda deliciosa de la “noticia más gilipollas del día”. Lo que más me vino a la mente leyendo esta última sección han sido los artículos “Dardo en la Palabra” de Fernando Lázarro Carreter: la misma sensatez a prueba de fuego (y con mucho sentido de humor) contra los disparates cometidos, en el caso de Fernando contra el mal uso del idioma, y el de David contra el abuso de la naturaleza, dos de los acervos comunes más importantes que tenemos. Al odiado comodín “tema” de Fernando corresponden las facilonas “plagas” periodísticas que ridiculiza David. Los dos emplean una implacable coherencia contra los incompetentes e ignominiosos que nos quieren despistar, liar y mentir.

Así que, en este sentido, toda la vida es una criba, y a veces, como en este caso, la cosecha es buenísima.

DAVE LANGLOIS

Presentaciones del libro

LOS VENCEJOS SUEÑAN DESPIERTOS (2015)

Entrevistas

Entrevista publicada en el diario La Nueva España (14/07/2015). LINK

Críticas

 "Divulgación científica aderezada con humor y gran sensibilidad, en esta colección de escritos sobre evolución, selección natural y sexual, ecología, cambio climático y experiencias de un biólogo de campo, con una mirada objetiva y crítica también a la persecución de la fauna, la gestión forestal, la ética periodística y la responsabilidad de políticos y gestores en la destrucción de la naturaleza"

    "Una selección de los mejores textos, junto con varios inéditos para la ocasión, del blog Naturaleza Cantábrica, que muy pronto trascendió su ámbito geográfico original para tratar temas de interés global, y que por su calidad recibió el premio 20Blogs al mejor blog de Medio Ambiente 2013"

    Dice David Álvarez, al hilo del título que ha elegido para este excelente manual, que "si no tuvieran que reproducirse no se posarían jamás, volarían sin descanso hasta el día de su muerte". Edgar Allan al estilo puro. Me encanta.

    Ya me hubiera gustado haber contado con él cuando por aquel año.... estudié la asignatura de Etología en cuarto de carrera. Desde entonces se ha avanzado mucho, lógicamente, pero en ese tiempo se echaba en falta una herramienta divulgativa como ésta. Etología, ecología, conservación y crítica, una mezcla de ingredientes perfecta para hacer de esta publicación un texto atractivo, muy útil y de fácil comprensión.

    Muy recomendable. Tanto que ya tengo en mi mesita de noche su continuación, la Luz de la Luciérnaga. 

ANTONIO LEIVA (El Pegolete)

Escrita por un siempre inconformista investigador de la Universidad de Oviedo, esta apasionante colección de ensayos sobre historia natural es una de las obras sobre la biodiversidad y su conservación más adictivas que te puedes encontrar.

ANTONIO SANDOVAL

  Recomendado para todas aquellas personas a las que les encanta la naturaleza. Lectura amena con pequeños relatos que abarcan multitud de temas: curiosidades sobre algunos animales y plantas, evolución, especies exóticas e invasoras, estrategias de supervivencia , cambio climático, contaminación, política ambiental, periodismo, etc.

Interesantísima opción de lectura fuera de lo habitual, una forma diferente de aprender. Se trata de una lectura amena y diferente


Presentaciones del libro

EL CORMORÁN MOÑUDO EN EL CONCEJO DE CUDILLERO (1995)

En este libro, publicado en 1995 y editado por la Fundación Selgas-Fagalde y el Ayuntamiento de Cudillero, describimos la situación del cormorán moñudo, una de las tres especies de aves marinas que se reproducen en un número significativo en el litoral asturiano.

En el momento de la publicación de este libro, en el concejo de Cudillero se concentraba la mayor población asturiana de esta especie, con cuatro colonias. Desgraciadamente en los últimos años, la situación de crecimiento en la que se encontraban los cormoranes moñudos se ha invertido en los últimos años y al igual que en el resto de la cornisa cantábrica y el Atlántico gallego, su situación actual es muy preocupante.